Perdices

Una vez escuche una fabula en la que unas perdices se preguntaban a que tipo de arquero le tenían mas miedo, una de ellas muy sabia les dijo a sus compañeras que era mas peligroso el arquero inexperto, pues si un arquero hábil te lanza una flecha bastara que te muevas un par de centímetros y sabrás con certeza que la flecha pasará por donde estabas, en cambio con el arquero inexperto no sirve moverse o quedarse en el mismo lugar pues no sabes por donde pasara la flecha.

Hoy en México muchos tenemos esa sensación de las perdices, si en cualquier lugar en la calle te encuentras con un asaltante, sabes sin duda que te tratara de robar, si te encuentras con un asesino sabes que tratara de matarte, en cambio si te topas con un policía no sabes si te cuidara o te robara, si te suben a una patrulla no sabes si protegerán tus derechos o terminaras muerto.

La cuestión no es simple, tampoco es nueva, desde hace muchos años sabemos que hay gente muy profesional en la policía, pero también hay delincuentes con uniforme, la diferencia es que esos, los malos, ahora parece que son mayoría y ademas se han mezclado con lo peor de la criminalidad, con los carteles. Tal vez por dinero algunos, otros por miedo, otros por mil razones. Y tampoco es exclusivo de los policías, también hay militares, policías federales, gobernares de todos los niveles, funcionarios públicos, que han perdido el honor y se han convertido en ladrones y hasta en viles asesinos. 

Parece que en este país cualquier persona con una arma en la mano se transforma en dueño de los destinos de objetos y personas a su alrededor mientras nosotros los ciudadanos sencillos nos encontramos indefensos. Podría pensarse que para eso hay leyes y jueces, pero hay un dato escalofriante, el 98.5% de los crímenes termina impune.

La cuestión es hasta donde ha llegado este problema, como es que lo hemos permitido y lo mas importante, que vamos a hacer para frenarlo y luego revertirlo.